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Residuos de Manzoni elevados a la categoría de arte
El concepto de “industria de la cultura" es una creación de Th.W.Adorno que en su obra "Dialéctica de la Ilustración" afirma que “la autonomía del arte y la cultura es inseparable del proceso de su progresiva conversión en mercancía”. Con ello el mercado del arte es un asunto que con el paso de los años se ha ido afianzado sólidamente como un mecanismo especulativo en la sociedad capitalista. Su consumo se rige de tal forma por la oferta y la demanda que numerosos artistas realizan sus obras con criterios principalmente comerciales y algunos coleccionistas invierten en ellas sabiendo de su potencial revalorización.
Cualquier objeto de arte contiene un atributo de valor por ser interesante, por complacer o satisfacer la necesidad estética, social, cultural de alguien, etc. "Valor" como cualidad contenida en el objeto y que, sin embargo, se tiende a confundir con "Precio" como transacción económica estipulada.
El artista ha pasado a ser “materia prima” del arte contemporáneo; baila al son del mercado y del control que de él hacen grandes empresas y multinacionales, galerías y ferias.
Al no haber proporción equilibrada entre el valor estético y valor económico la especulación y el consumo de los objetos-fetiches artísticos campa a sus anchas fuera de toda coherencia. Se precisa de una reflexión profunda para reencontrar de nuevo el camino de la libertad creativa.
Cualquier objeto de arte contiene un atributo de valor por ser interesante, por complacer o satisfacer la necesidad estética, social, cultural de alguien, etc. "Valor" como cualidad contenida en el objeto y que, sin embargo, se tiende a confundir con "Precio" como transacción económica estipulada.
El artista ha pasado a ser “materia prima” del arte contemporáneo; baila al son del mercado y del control que de él hacen grandes empresas y multinacionales, galerías y ferias.
Al no haber proporción equilibrada entre el valor estético y valor económico la especulación y el consumo de los objetos-fetiches artísticos campa a sus anchas fuera de toda coherencia. Se precisa de una reflexión profunda para reencontrar de nuevo el camino de la libertad creativa.